Bloque 5.3 Evaluación de los aprendizajes

Las evaluaciones externas y pruebas externas han estado y estarán siempre en el punto de mira. ¿Quién no ha oído hablar de las reválidas, o de las pruebas PISA?. En este foro vamos a debatir sobre la conveniencia, la fiabilidad, la interpretación, etc. de estas pruebas. Para ello, te pedimos que realices una intervención en este foro dando tu opinión al respecto y que contestes, confirmes o rebatas, al menos, las de otros dos compañeros.

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Copio y pego mis intervenciones en el foro.

1. Respuesta a Isabel María Macías Moreno, que deja este fragmento del artículo de Rafael Feito ¿Merecen la pena las reválidas? en ElPaís (Septiembre 2013).

«Son tantos y tan sumamente graves los problemas que plantean las pruebas externas que los mejores sistemas educativos deciden eliminarlas. A modo de ejemplo, para Australia su preocupación es la competencia no tanto con la cada vez más decrépita Europa como con los “tigres” asiáticos. En el interesantísimo informe Grattan se recoge una información valiosísima sobre qué ha sucedido con sus high stakes, los cuales tenían lugar al finalizar la primaria y la secundaria inferior y que determinaban el tipo deescuela al que irían los alumnos. Estos exámenes han desaparecido –al igual que en los sistemas educativos de sus competidores más próximos- y con ellos el énfasis en la mera adquisición repetitiva de conocimientos. Ahora se hacen exámenes del tipo low stake(algunos incluso han desaparecido con la loable intención de rebajar el nivel de estrés de los niños y niñas) cuyos resultados no se entregan a los estudiantes y básicamente sirven para que cada escuela pueda mejorar».

Hola Isabel, 

desde luego, de entre todas las pruebas que hemos hablado en este hilo, las "low stakes" me parecen las más útiles para el autodiagnóstico del centro. Al alumnado se le da sólo los resultados globales de la prueba, nunca los suyos individuales, pero el profesorado sí tiene estos datos. Se rebaja presión y las escuelas pueden hacer los ajustes necesarios.

Las pruebas tipo reválida no sólo estresan y añaden presión al alumnado, profes, familias y centro, además ponen en duda la evaluación realizada por las personas que mejor conocen al alumnado que se examina. Anteponen los resultados de un test a la evaluación del profesorado que ha trabajado con este estudiante cada día durante años.

Lo de PISA es la Eurovisión de los docentes. Ya no sólo por cómo se retransmite y comenta cada año desde los medios, es que encima muchos centros realmente preparan a su alumnado para las pruebas. No para aprender, para conocer, para crecer. Para las pruebas. 

En fin...

Saludos.

2. Respondo a Javier Aguado Burgos, que a su vez parafrasea a David Núñez Ulgar.

"Es verdad que las pruebas externas están consiguiendo transformar las prácticas escolares y el motor que mueve dichos cambios es la necesidad de superarlas y la lucha por el mejoramiento de su resultado y rendimiento".


Hola Javier,

comparto tu visión respecto a la realización de pruebas externas.

Retomo de nuevo la frase de David ("es verdad que las pruebas externas están consiguiendo transformar las prácticas escolares") para añadir que tiene razón, pero esta transformación tiene más que ver con una fijación enfermiza por los aspectos que valora PISA y que en determinados niveles eclipsa y dirige la actividad de las áreas evaluadas. Lo demás no existe.

Para mejorar y transformar las prácticas escolares me parece mejor idea fomentar el encuentro entre docentes y el intercambio de experiencias intercentros. Necesitamos también seguir buscando y experimentando otras maneras de evaluar. Y olvidarnos de las calificaciones, segunda fijación enfermiza del sistema.


Saludos.

3. Mi intervención sobre las pruebas de acceso a enseñanzas profesionales y cómo éstas funcionan como "reválidas" y transformadoras de la actividad docente en la línea que señalaba en el punto anterior.

Hola,

me ha pasado como a algunos compañeros, que comentando antes en los mensajes de los demás hemos expresado ya nuestra opinión sobre este tipo de pruebas.

Aprovecho para comentaros nuestra propia "reválida" en el acceso a las enseñanzas profesionales de música en los conservatorios. 

Yo trabajo en un conservatorio elemental de música en Sevilla. Para poneros en situación, los conservatorios se dividen en elementales (4 primeros años de estudio), profesionales (6 años más) y superiores (4 o 5 años, dependiendo de la especialidad). En la ciudad de Sevilla hay un conservatorio superior, dos profesionales y tres elementales, y los dos conservatorios profesionales imparten también enseñanzas elementales de música. No existen más conservatorios profesionales públicos en Sevilla, así que acogen también a alumnado del resto de conservatorios elementales de la provincia.

Pues bien, cuando el alumnado que termina en nuestro centro los cuatro años quiere seguir estudiando música -generalmente niños y niñas brillantes y con muy buen expediente- se ven obligados a hacer una prueba de acceso a las enseñanzas profesionales. De nada sirve el recorrido que tienen hecho, se la juegan a una carta. Algunos no superan la prueba. Se ponen nerviosos, se quedan en blanco... ¡están haciendo una oposición con 11 años! Aún superándola, podrían no conseguir plaza. Si no lo hacen (en ocasiones puede haber el doble o más de aspirantes que de plazas en algunas especialidades), tendrán que esperar todo un año para volverse a presentar. 

¿De verdad es necesaria esta prueba? ¿Para seguir estudiando no valdría con la evaluación de su profesorado? Si la evaluación en 4º es positiva deberían promocionar, como ocurre del cole al instituto. 

Algunos de mis compañeros opinan que los resultados de nuestro alumnado en las pruebas podría ser un indicador estupendo para la evaluación de nuestras prácticas docentes, pero la realidad es que esos resultados dependen más de las características individuales del alumnado que se presenta cada año que de su capacitación. Y eso que dedicamos gran parte del tiempo en el último curso a la preparación de esta prueba...